EL METROPOLITANO NO PUEDE SEGUIR SIENDO LA CASA DE LA SELECCIÓN

Por: CONDORITO

La grama del Metropolitano no respondió hoy a las fuertes lluvias.

Tras la carencia de ideas, no puede ser que la localía sea un ítem que nos impida conseguir el resultado. Ya se vuelven repetitivas las ocasiones en que la humedad de Barranquilla –que teóricamente debe ser un factor a favor- juega en contra de nuestros objetivos como local, que buscan ser una locomotora que extermina cualquier señal de energía que le quede al rival.

Ocurrió frente a Argentina en un partido que se tornó difícil por falta de fútbol, pero que pudo terminar en goleada por falta aire. Contra Perú, Venezuela y Ecuador digamos que las victorias opacaron las evidentes energías regadas en el césped. Sin embargo, casos como el de hoy se han vuelto un problema, cuando nuestra selección comienza perdiendo y el desgaste que se supone debe hacer el rival, termina atropellándonos a nosotros y a las motivaciones que necesitamos para revertir un resultado. Antes del compromiso, me la pasé escuchando la frase "Uruguay en Barranquilla se funde". Propongo revisar las camisetas sudadas para ver que equipo se fundió más.

Yo también era de los que creía que Macnelly y Cardona eran dos tortugas ese día, y aunque lo sigo creyendo, también estoy seguro que la humedad impide a cualquier equipo apretar el acelerador. 

La pelota tampoco rinde mientras rueda, y eso dificulta la rapidez en las transiciones que tanto gustan a don Pekerman. Sería mejor otra plaza que no dificulte tanto la adaptación de los jugadores, que vienen de otro lugar diferente a la costa. Propongo el Atanasio Girardot de Medellín. Además de tener una condición climatológica optima y disponer de una de las mejores gramas del país, es el escenario que acoge –o acogió- a la mitad de futbolistas convocados hoy a la selección.

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