miércoles, 21 de septiembre de 2016

ELIMINADOS A LA PEKERMISTA

Así el técnico de la selección de futsal diga que Colombia no tiene ni idea de este deporte, me atrevo a opinar de la actuación tricolor en el mundial realizado en nuestro país.  

Por: CONDORITO
Colombia, eliminada del mundial de futsal. Foto: EL TIEMPO
No le había parado bolas al mundial de futsal realizado en nuestro país, entre otras cosas porque los canales nacionales prefieren transmitir sus novelas de guerrilla y cantantes famosos, en vez de un evento que reúne a las grandes estrellas de este deporte por primera vez en nuestro humilde territorio.

Así que me tocaba acudir a una de esas páginas piratas que pasan los partidos por internet, para ver al combinado patrio y tratar de entender las diferencias entre el fútbol normal y el que se juega en terreno liso, además de los aspectos evidentes como que es más pequeño y tiene menos actores. El resultado no fue fructífero.

En el fútbol sala también existen los cambios de frente, las diagonales, las triangulaciones y las paredes. Se escuchan términos como repliegue y despliegue, y existen instrucciones para ser un equipo ofensivo o defensivo; de posesión o de posición. 

En ese contexto, mirar a la tricolor es encontrarse con el mismo debacle de la selección colombiana de fútbol, solo que adaptada a un espacio de 25 por 42. La filosofía pekermista, resumida en un libro de garabatos que solo el viejito entiende, es la misma que maneja el estratega Arney Fonnegra: un equipo ofensivo metido en defensa (???), a ratos con control de balón y otras veces especialista en pelotazos; decidido a consagrar su arquero como figura. 

Por otro lado, Fonnegra también cuenta con ingredientes de calidad. El jugador diferente, capaz de hacer sentir su ausencia cuando no está en la cancha, se llama Angellott Caro. Jorge Abril, disfrazado de Daniel Torres, trabaja como equilibrio del equipo: eficiente en marca, eficiente en ataque. Y Andrés Reyes, tiene en su deber alegrar al público con sus regates y gambetas; ya sacaran sus conclusiones sobre quién puede ser. 

En este último partido, no hace falta saber que enfrentamos a una selección superior, cuando en los 50 minutos jugados (40 reglamentarios y 10 de prorroga) el equipo nacional se salvó de mínimo 10 opciones claras. Ante la contundencia de los paraguayos, apareció el espíritu de David Ospina para activar las manos de Carlos Ñañes y convertirlo en la figura del país en esta cita mundialista.

Si me preguntan, el mundial de futsal terminó para mí. Aunque quisiera ver a Ricardinho, no voy a repetir el desespero que significa mirar partidos por internet, aunque agradezco a los que se toman la molestia de no dejar sin emociones a los que no somos usuarios de DirecTv. Me hicieron brincar como si se tratara del equipo de Pekerman. Me decepcioné igual..

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