Por: CONDORITO
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| Millonarios celebra el cuarto gol en la victoria 4-1 sobre Envigado. |
No es lo mismo el fútbol colombiano sin la presencia del
antiguo grande de Colombia. Aunque hoy por hoy parezca relleno para el montón, a Millonarios
siempre se le va a extrañar los fines de semana. Y eso es porque la historia que
lo respalda aún protege la sensación emocionante que siente el hincha cuando
pasa todo el día recordándose que hoy juega Millos, y que de seguro va a ganar,
a jugar bien y a golear, aunque la costumbre diga lo contrario y la decepción haya debilitado la relación.
No obstante, durante estos dos meses era imposible ignorar el eco que resonó entre los simpatizantes y los adversarios. Para Atlético Nacional no es lo mismo restregarle sus triunfos al DIM, cuando sabe que su
rival de toda la vida no está en competencia. A Santa Fe, de seguro le hizo
falta que su vecino celebrara el mal momento por el que pasa, para que dentro de su
rabia lograra encontrar el camino de la victoria.
Lo cierto es que el país entero esperaba con incertidumbre la aparición de un nuevo Millos, o al menos encontrarse en los experimentos del nuevo DT una alternativa para este proposito ganador, que empezaría nada más y nada menos que contra el actual líder del campeonato.
Cuando sonó el pitazo, bastaron once minutos para notar que este Millonarios
traía algo diferente. En ese tiempo supo cómo adueñarse de la pelota, la cual acostumbra a permanecer en los pies del rival, y le bastó una oportunidad de gol para decir que el
azul de Colombia está otra vez presente en la liga.
Con ese tanto el compromiso se tornó dividido para ambos bandos. No obstante, el único que conseguía la aproximación
era el cuadro albiazul. Los anaranjados solo hasta el minuto 26 consiguieron
descontar la diferencia del 2-0 con un soberbio remate de Brayan Rovira, a pesar de provenir de una pelota parada y sin atravesar el bloque defensivo que había
plantado Millos, que entre otra cuestión, tuvo a Rafael Robayo como figura en una función
netamente de marca y de poca retención de balón.
Más tarde, Henry Rojas aumentaría la diferencia con otro
golazo y finalmente Franco pondría el 4-1 final. Sin embargo el segundo tiempo
no fue tan lucido como el primero. Entregamos la posesión y nos aburrimos del espectáculo,
y aunque defensivamente Cocca mostró un equipo seguro, en el ataque surgieron
dudas cuando de los cuatro goles tres fueron en pelota parada. De todas maneras
las opciones creadas se deben considerar, si se tiene en cuenta el porcentaje
de posesión con el que se disponía. La duda es si nos convertiremos en una
especie de Atlético Madrid, que ve en sus pies la ausencia de la pelota constantemente. (-Nos gustara?-)
De ser así no me preocuparía. Con un título en los
últimos 30 años este equipo debe ganar así sea jugando feo. Y si todos los
marcadores van a terminar 4-1 a favor, mucho mejor.
El resultado de hoy fue importante y el rival vencido también.
Estoy seguro de que los contrincantes de siempre lo saben y ya vuelven a anotarnos en sus listas de equipos de cuidado. La cosa es ver si nosotros mismos nos
vemos así, o seguimos acomodándonos en la inferioridad.
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