No más milagros de San Armani

Por: CONDORITO

Foto: Win Sports

Que las increíbles atajadas de Armani hayan traído a Nacional hasta la final de la liga, ya es de por sí una falta a la moralidad y a la jurisprudencia del fútbol. Atrás quedó un equipo que mereció más que una nueva eliminación en semifinales y el miércoles, con las suficientes aproximaciones de gol para sentenciar una serie que claramente tiene un favorito, la cuota goleadora le salió barata al suertudo verde de la montaña.  

Los simpatizantes de Nacional pueden alegar que la cifra de 49 puntos conseguidos en la fase todos contra todos, les da el pase libre para ser campeones, sin importar la manera en que se consigan los resultados. Si esta teoría tuviera validez, entonces a la Dimayor hay que acusarla de no usar el formato de torneo adecuado, y exigirle que desaparezcan los play-offs para que se ajuste un formato tipo europeo, por todo el año y con un solo triunfante; como los que existían en épocas pasadas, cuando el equipo de Medellín era una buena escuadra como las demás y no ‘la más grande’.

Es jocoso ver a los hinchas paisas criticando el modelo de competencia que los hizo imparables en la última década. Ahí está pintada de nuevo la falta de humildad o el tremendo reduccionismo frente a los rivales. ¿Qué les cuesta decir que Millonarios mereció más que ellos la clasificación, o que el Cali les pasó por encima el miércoles pasado? En esta fase es donde se demuestra que una cosa es antes y otra después de la clasificación de los ocho mejores de la tabla.

Nadie le quita a Nacional el respeto que se merece. Sin duda alguna, es el mejor equipo que tiene Colombia. Pero sigue siendo terrestre. Aún no está consagrado como un imbatible y eso lo demostró el Cali en la ida de la final, pudiendo haber goleado y humillado sino fuera por las salvadoras atajadas de Armani, que indudablemente, es un portero con categoría excepcional.

Mis felicitaciones y respetos a la minoría de la hinchada verde que entiende que los méritos de San Armani no son justa causa para convertirlos en 16 veces campeón del fútbol colombiano. Aunque para mí ya sería injusto, si el domingo levantan la copa, espero que sea con una propuesta ofensiva meritoria, con superioridad sobre el juego del rival y con poca influencia de las manos de su arquero.

Entiendo que en este deporte el merecimiento sea un factor muchas veces antagonista del juego. Sin embargo, si en la Copa Libertadores sí rigió la justicia, ¿por qué aquí no?

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